Los taninos son unos compuestos de origen vegetal llamados también polifenoles. Están presentes en la madera de las barricas y en la piel de la uva. Son conocidos por su sabor amargo, astringente y que seca la
boca, que se nota mucho en el sabor de la semilla de la uva.
Por tanto, todos los vinos tienen taninos, sobre todo los vinos tintos pero hay que encontrar la cantidad adecuada ya que en exceso provocarían un sabor demasiado fuerte llegando a ser "peleón".
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